Y de repente, mientras expulsaba el humo candente que había inhalado de mis pulmones, un ardiente pensamiento de cordura cruzó arduo mi conciencia para salvarme de cualquier otra reflexión que pudiera invertir mis sentimientos.
me esperan quince largos días de un verano de verdad.
Tardes en la plaza, en las bodegas, noches en el río, días en la piscina, fiestas toda la noche, en el banco con las pipas, el calor del ambiente, el sol en la cara, las voces roncas de tanto gritar, las resacas, las noches de conversación en la terraza, las hostias haciendo trial, y las mismas intentando sacarme un kickflip, pero sobretodo..