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samedi

Límites.






Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis, 
seis y dos son ocho,
y ocho dieciséis.
Y ocho veinticuatro,
y ocho treinta y dos.

Ánimas benditas

Me arrodillo yo.



Límites. ¿Qué límites? 
¿Cuáles son los límites? 
¿Quién los pone, y porqué?

Se nos ha ido de las manos, amor.
¿Quién parará este tren en marcha antes de que descarrile?

lundi

Son las diez, amor mío.




No viene a cuento. Nunca lo leerás. Y si lo haces, pensarás que no es para ti.
Mucho tiempo ha pasado. Demasiado.
Tanto que las agujas de los relojes nos han robado toda la energía
y todo el cariño que podía haber quedado entre nosotros.
Las cosas no acabaron bien, claro que no acabaron bien.
Cientos de días, y ninguna palabra.


¿En qué nos hemos convertido? ¿Qué ha hecho el reloj con nosotros?
¿Qué ha sido de las palabras, las caricias y los besos?

No sé. No tengo una respuesta para eso.
Ojalá la tuviera.

Mientras tanto, me compadezco a mi misma con un par de frases 
que nunca leerás en un blog tan muerto como olvidado.


Y desde lo más profundo de mi corazón, aunque resulte incomprensible, te quiero.

mercredi

El tiempo pasa entre Coronitas.




Te odio. 
Odio tu forma de hablarme, y tu forma de escribirme cosas bonitas.
Odio tu sonrisa picarona que habla por si sola y dice que aquí no ha pasado nada.
Odio tu forma de disimular. Odio tu interés por ellas.
Odio que me cuentes cosas que odio oír.


Odio mi forma de echarte de menos.

mardi

Isodinamia




Puede que los tiempos de lucha no hayan terminado y haya que esconderse 
bajo la cama para evitar escuchar los disparos al corazón.
Acurrucarse en una esquina esperando que los ruidos cesen, 
y que paren los llantos incontrolados de la multitud.

Piensas, ¿Cómo hemos podido llegar a esto? 
¿Cómo hemos acabado tan mal?

Entonces una vocecita resuena en tu cabeza recordándote
 una frase que alguien te dijo alguna vez.

'Esa camiseta verde no pega con ese pantalón azul, Laura'

dimanche

Quasi una fantasía Op. 27 Beethoven



 - Se acabó.
- ¿Qué? ¿Qué ha pasado?
- Ya se ha acabado todo, Laura.

Eran las ocho de la tarde cuando recibió la noticia. 
Había sido un día normal. Ella era una chica normal, sin demasiadas preocupaciones, ni muchos quebraderos de cabeza. Aunque era raro para ella, aquella mañana se había levantado temprano para estudiar, y mientras se vestía, se decía a sí misma que aquel iba a ser un buen día.

Un buen día.

Se fue sin desayunar, como casi siempre, y pese a los gritos de su madre, salió de casa con una sonrisa puesta en la cara. Se puso los cascos, y caminó sin prisa hacia el instituto, llegando tarde, como siempre.

Hay ciertos detalles, en los que nunca repararías un día normal. Pero ella, ese día, percibió más cosas de las que el mundo podía ver.


Era miércoles, y había preparado la mochila con los libros del jueves.
En el examen de biología usó cuatro bolígrafos diferentes porque todos quedaban sin tinta.
Suspenso en mates.


Vaya, bonita forma de empezar un buen día.


Tarde en casa. Estudiando. O haciendo que estudiaba, bueno.
Siempre es más divertido mirar hacia la pared que leer todos esas párrafos aburridos
 de los libros, ¿no?


Una llamada interrumpe el silencio de la habitación.


Una llamada interrumpe la esperanza, y trae recuerdos a la mente capaces
de sacar lágrimas. Una llamada te deja sin habla. Una llamada hace que te mueras por dentro. Una llamada mata todas las ilusiones construidas en meses.
Una voz femenina te cuenta que ha pasado, y en ese momento prefieres 
olvidarte de respirar.

lundi

Here comes the sun.




En este día oscuro y gris, tu voz cantándome al oído me trae recuerdos 
que creía enterrados en lo más profundo del océano.

Little darling, it's been a long cold lonely winter
little darling , it feels like years since it's been here
here comes the sun
here comes the sun, and i say
it's all right.



♪♫



Llegaste suavemente para marcharte lentamente.

Cuéntame que ha pasado. Cuéntame tus penas y tu dolor.
Cuéntame porque te vas, porque quieres hacerlo.
Cuéntame porque ahora, y dime porque a mi.

Entonces te contaré como siento que te resbalas entre mis manos.
Como siento que te alejas cada momento un poco más.
Como siento que te pierdo, y que no puedo hacer nada para impedirlo.

Ven, y te lo contaré.





Suena tan ridículo como coger una noche a tu farola favorita,
 y contarle que duermes cada noche con su sombra cosida
 a la almohada esperando poder sentir de nuevo su aroma.

Tan ridículo como bailar con el árbol de al lado del columpio, 
y susurrarle al oído lo importante que él es para ti.
Contarle como cada noche lloras pensando en él, 
y como sueñas que algún día vuelve. 

Suena tan ridículo como abrazar a la botella de vodka, 
y pedirle el deseo de que al final de los días, ella consiga obrar
 un milagro que te haga por fin estrechar los lazos que un día se aflojaron.


Pero suena tan ridículo..

samedi

Apple days.




Parecía como si el ultimo rayo de luna
 se hubiera filtrado en su cuerpo.


Era difícil saber de donde había salido. Pero mas complicado aún, era averiguar el color de sus ojos, a veces color verde manzana pero otras en cambio de un leve tono avellana.

Caminaba a todos los lados sin prisa y aquel verano que habíamos decidido pasarnos las tardes en el muro, él siempre se presentaba sin camiseta, mostrando cada surco de su aterciopelada piel.


Habría dormido cada noche en la curva de su espalda.
Habría reído entre sus brazos. 

Pero aquella noche, solo pude mirarle desde lejos, 
mientras se perdía entre las lineas de la infinita playa de mi cintura.

lundi

Casi cien suspiros.




Podría vivir sin recordar el aroma de tu cuello.
Podría hacerlo también sin recordar cada momento a tu lado.
Podría vivir sin recordar tu voz mientras hablábamos por teléfono.
Tus frases. Tus besos. Tu sonrisa. Tus problemas. Tus bromas. Tu forma de quererme.

Podría vivir perfectamente sin recordar cada una de ellas.

Pero sin embargo, no me apetece olvidarlas ni ahora, ni nunca.



mardi





Año nuevo.

Nuevas perspectivas. Nueva visión de futuro. Nuevos regalos. 
Nuevos propósitos de año nuevo. Nuevas mentiras.
Nuevas cosas que contar.

Menos cigarros en las cajetas. Menos calor en las calles.
Menos neuronas. Menos ganas de empezar a clase.
Menos días para que llegue el verano.
Menos cosas que quedan por hacer.

Más ganas de veros. Más ganas de que llegue abril. Más ganas de que llegue junio.
Más frío en el cuerpo. Más ganas de fiesta. Más dinero que gastar.
Más deberes acumulados. Más cosas que estudiar.
Más cosas que escribir.


Al fin y al cabo, cada nuevo año lo mismo.



Feliz 2011


jeudi

Hold me, sweetheart.





Hay imágenes ancladas en nuestro pensamiento imposibles de olvidar.
Hay pensamientos en nuestra mente imposibles de cambiar.



Llévame contigo amor.
Escondámonos en un lugar
donde nadie nos conozca.


mardi

La loco.




Sólo tengo cincuenta y nueve segundos de vida para decirte que 
te haría el amor hasta morir. Quizá incluso una vez muerta, 
siguiera meciéndome sobre tu cuerpo, mientras tú
 en la realidad me estrechas contra tu pecho y sollozas por mí. 


Tengo cuarenta y cinco segundos para reconocer que dejarte marchar 
en aquel avión ha sido el peor error de mi vida. Que debí correr 
detrás o no haber provocado nunca una sola discusión. Podría estar 
ahora mismo enredada en tu cintura, más viva que nunca. Y este 
segundero no terminaría. Y estas palabras sólo cesarían para oír tu respirar.

Ya son sólo treinta y uno y medio, como las veces que te llamé y me ignoraste.
 O como las bolas de helado que me comí aquel día de San Valentín, ¿recuerdas? 

Veinticuatro... meses de felicidad que me regalaste, 
que compartimos bajo la tienda de campaña que improvisamos en el salón. 

Se me van otros doce mirando la última foto que me mandaste.
 No sé cómo no me di cuenta antes, pero ya no me queda tiempo.

La noche está llegando, los pájaros han callado. 
Tú te fuiste y las pastillas... ya me las he tomado. 
Me quedan los últimos tres segundos para decirte que


Te quie...


Anónimo.

lundi

V for V.





¿Quién eres tú?

Quien... 'quién' es solamente la forma de la función 'qué' 
y ¿qué soy? Un hombre con una máscara.



Sí, eso ya lo veo.


Naturalmente. No me cuestiono tu capacidad de observación, 
simplemente señalo lo paradójico que es 
preguntarle a un hombre con máscara quién es.







Háblale a la realidad. Dile que se deje ver.
Pregúntale porqué resurge ahora de sus cenizas

samedi

Wait a moment, please.




¿No crees que ya va siendo hora de dejar de esperar que algo pase y te cambie la vida?

No, ni siquiera sé que hora es.



mardi

Behind sunglasses.





Se suele decir que,
 sea cual sea la verdad, la gente ve lo que quiere ver. 

Hay personas  que pueden dar un paso atrás y descubrir que les faltaba ver las cosas con más perspectiva. Otras personas se dan cuenta de que la vida les está pasando factura. Otras pueden ver lo que estaba ahí desde el principio... Y luego estan ésas personas, aquellas que huyen lo más lejos posible para no tener que verse a sí mismos.

G.G. 

lundi

Station.







Allí estaba, sola, sentada en aquel sucio y sombrío banco de la vieja estación del pueblo, 
bajo el gran reloj que marcaba las siete y treinta y ocho. 
Acompañada por una única maleta, cuyo pequeño tamaño me sorprendió,
 yacía entre la niebla vestida con una larga gabardina gris,
 llevando también un pequeño borsalino que apenas ocultaba 
su pelo castaño enmarañado en un simple pero atractivo recogido semideshecho.


Tan absorto me pude quedar mirándola, que en un descuido,
 dejé caer mi maletín al suelo, provocando que rápidamente girara la 
cabeza dejando así ver, unos ojos clarosque nunca seré capaz de olvidar.
 Una mirada clavándose en mí de una manera dura aunque no agresiva
se deslizó hacia el suelo, mirando un maletín que aún no había recogido.
Con una voz suave, dijo unas palabras en una lengua que no pude comprender.
Al notar que no la había entendido, esbozó una sonrisa luminosa, perfecta.

No pude darme cuenta de que el tren ya había llegado, pero en efecto,
ella cogió su pequeña maleta y se subió al tren, no sin sonreír por última vez. 
El tren arrancó y me quedé allí sentado, solo, en aquel sucio y sombrío 
banco de la vieja estación del pueblo. Ella, me hizo un último gesto
con la mano desde la ventana de aquel viejo tren.


En ese momento, lo supe. Aún desconociendo todo sobre ella,
supe que era la mujer de mi vida. Y supe también,
 que no sería la última vez que nos veríamos.


Ni mucho menos..



dimanche

Beams.



Despierto presa del leve ardor de una gota caliente que se posa en mi vientre.
Abro los ojos, y la luz me ciega durante unos segundos.


Semidesnuda, sola y enredada entre las sábanas, yazco en una cama aún templada por el calor de un amor que aquí existió anoche. Una cajeta de camel rosa fucsia, posada en la mesa, y entreabierta, me invita a evadirme con el humo de mis últimos pensamientos.


Pero no puedo moverme. No quiero moverme.
Porque ya no queda nada más.

Laura,



mercredi

Box.





Eh, ¿qué guardas ahí?


Ehm, pues, aquí..


Un cigarro que nunca terminaremos,
dos gotas de la esencia de la felicidad,
el vaso con el agua en la que ahogamos nuestras penas,
un poco de arena de la playa que nos vio renacer,
una bolsa que contiene el sonido del latido de un corazón,
una rosa ya marchita por los besos que le hemos robado,
una nota con un número de teléfono que ya no existe,
un bolígrafo que escribió lo que era el amor, pero hoy yace sin tinta,
y un reloj parado.

Aquí, guardo todos mis sueños.


VW T1

Laura,