samedi

Límites.






Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis, 
seis y dos son ocho,
y ocho dieciséis.
Y ocho veinticuatro,
y ocho treinta y dos.

Ánimas benditas

Me arrodillo yo.



Límites. ¿Qué límites? 
¿Cuáles son los límites? 
¿Quién los pone, y porqué?

Se nos ha ido de las manos, amor.
¿Quién parará este tren en marcha antes de que descarrile?