dimanche

Una situación nueva

La vida pasaba sin apenas pensarla. 
Entre tú y yo, sólo una fina sábana.


  Pensando, siempre pensando. Algún día se me van a quemar las neuronas de tanto pensar,
como diría mi abuela. Es cierto. Pero de momento lo único que me calienta la cabeza es 
este sol que parece de verano aunque estemos en pleno abril. No sé en qué pienso, hace 
tiempo que he dejado de saberlo. Quizá en ti, quizá en nosotros. O quizá en esa diminuta 
hormiga que trata de arrastrar un pequeño trozo de cacahuete sin conseguirlo. Lo intenta, 
una y otra vez, pero no es capaz, y al final se resigna y continúa su camino sola, sin nada. 
No me da tiempo a seguir pensando, ya que tu sombra se acerca y veo tu figura caminar 
hacia mí. Despreocupada, como siempre. Saludas sutilmente, en general. No hay tiempo 
de pararse a más, porque te vas. Aún así, te da tiempo a soltar alguna frase de las tuyas, 
        de las que me duelen de verdad.

Pero eso tú no lo sabes. 
Y creo que nunca lo sabrás.


lundi



Silenciamos las luces de la noche sin apenas un ligero murmullo.
Sin palabras, nos íbamos matando, suavemente, para que ninguno lo notara.
Tardamos demasiado en darnos cuenta de la realidad de nuestros actos.
Tardamos tanto que, cuando vimos lo que de verdad habíamos hecho,
ya estábamos muertos por dentro. Mustios. Sin un resquicio de vida en nuestro interior,
que pudiéramos regalar. Y qué decir de amor.

Verla a ella te fortalecía, te revivía.                      Mientras que a mi, veros me mataba poco a poco. 
Lentamente.



Silenciamos las luces de la noche sin apenas un ligero murmullo.

dimanche

Closed eyes.



La noche era fría y tus besos gélidos. 
Te habías ido con el sol, y allí sólo quedaban restos 
de las cenizas que sus llamas me habían dejado.
Por más que intentaba transmitirte
mi calor, seguías helado, frío. Muerto.
No pude hacer nada, aunque quise.
Quise besarte, y tenerte como antes.
Volver a empezar, desde el principio.
Una mala circunstancia puede acabar con todo.
Las luces me cegaban y oía voces gritando a mi alrededor.

Todo era como antes.
Menos por el simple hecho de que yo había dejado de existir para ti.


Cierra los ojos.