Sólo excusas baratas que siempre terminaban en falsos besos de portal.
Sólo teatro en los baños de un antro cualquiera.
Aún así, lloré.
Lloré durante meses cuando se fue.
Hasta que pude darme cuenta de lo que me había dejado:
un puñado de mentiras, olor a vodka en el cuello, y una promesa que jamás cumpliría.
Sucios recuerdos del pasado ¿No?
RépondreSupprimerMe gusta esta entrada. Algo triste, pero me gusta.
RépondreSupprimer