No quise pensar nada a partir de aquel momento. Cuando pronunció aquellas palabras, que parecías mágicas a mis oídos, solo quise echarme a llorar de alegría. Pero aguanté, quería parecer dura, parecer que no me importaba lo que él me estaba diciendo.
Contener la sonrisa que quemaba mis labios por dentro por querer salir.
Calmar mis brazos, que solo querían abrazarle, y no dejarle nunca.
Él, allí, mirándome con una sonrisa sincera, esperaba una reacción.
Entonces, de repente, rozó mi mejilla con su mano, y me besó ligeramente en los labios.
Como lo solía hacer antes. Cuando todo era perfecto.
Laura,
Intentando contener el huracán que llevaba por dentro y que la obligaba a abalanzarse sobre él como siempre había hecho*
RépondreSupprimerEl texto me ha puesto los pelos de punta.
RépondreSupprimerPrecioso *-*
Hacerse la dura.. Alguna vez lo he intentado, pero no se me da nada bien. Ese texto me encanta :)!
RépondreSupprimerwow
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