Recuerdo cuando mi único dilema era escoger el vestido que me pondría esa noche.
Recuerdo como mi tiempo pasaba mientras me sentaba en el prado a jugar a las cartas.
Recuerdo cada carcajada. Recuerdo cada beso. Recuerdo cada noche.
Es difícil olvidarse de el tequila, ni de los cubatas que acababan por el suelo
( O mojándote desde el cuello hasta el ombligo.)
Lo recuerdo y lo echo de menos.
Lo echo mucho de menos.
La nostalgia a veces duele.
RépondreSupprimerComo no echar de menos eso que nos hizo felices y sentirnos brillar como la mayor de las estrellas...
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