Ebria de emociones, sobria de sentimientos.
La vida pasa y todo es increíblemente inverosímil.
La noche caía mientras caminábamos despacio.
Las luces de la ciudad nos alumbraban creando sombras extrañas en
paredes perdidas. Tus ojos eran mi cielo, y tus manos acariciaban
cada resquicio de mi cuerpo proyectando dibujos increíbles en mi piel.
El efecto orgásmico de tu voz en mi oído, de tu lengua en mi ombligo.
Tu aroma, el olor de tu colonia transportándome a lugares paradisíacos,
cuando en realidad solo estábamos de pie en un parque desconocido.
La ropa sobraba y el calor invadía en ambiente, mi pulso se aceleraba
y tú no querías parar. Nos fundimos mientras hundías tu sonrisa entre mi pelo,
mientras susurrabas palabras que casi ni entendía en aquel momento.
Me encanta. Me enamora como escribes, cuquina. ♥
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RépondreSupprimerOh dios mio, he creído morir del cosquilleo que me ha recorrido el alma.
RépondreSupprimerMe encanta