dimanche

Beams.



Despierto presa del leve ardor de una gota caliente que se posa en mi vientre.
Abro los ojos, y la luz me ciega durante unos segundos.


Semidesnuda, sola y enredada entre las sábanas, yazco en una cama aún templada por el calor de un amor que aquí existió anoche. Una cajeta de camel rosa fucsia, posada en la mesa, y entreabierta, me invita a evadirme con el humo de mis últimos pensamientos.


Pero no puedo moverme. No quiero moverme.
Porque ya no queda nada más.

Laura,



5 commentaires:

  1. No queda más que el recuerdo de ese efímero amor de noche que se terminará desvaneciendo en el humo de mi cigarro*

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  2. Las veces que se repetirán escenas de este calibre.
    Hermosa foto btw

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  3. moverse es como seguir despues de eso, y no es lo mejor :/ me gusta como escribiste esta vez :B



    besos!

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