mardi

Sin City





Yo sangraba y él me miraba con desprecio.


Él agonizaba en el andén mientras yo le dedicaba una sonrisa sarcástica.


Éramos demasiado orgullosos para mirar más allá de los hechos.


Éramos demasiado realistas para creer en el amor.


Su perfume es una dulce promesa
que hace aparecer lagrimas en mis ojos.
Sin City.

2 commentaires:

  1. Ay.. el orgullo, si pudiéramos librarnos de él todo sería más fácil ¿No?.

    RépondreSupprimer
  2. Ouh, entonces me considero idealista, más que realista (=

    RépondreSupprimer