lundi




Suena tan ridículo como coger una noche a tu farola favorita,
 y contarle que duermes cada noche con su sombra cosida
 a la almohada esperando poder sentir de nuevo su aroma.

Tan ridículo como bailar con el árbol de al lado del columpio, 
y susurrarle al oído lo importante que él es para ti.
Contarle como cada noche lloras pensando en él, 
y como sueñas que algún día vuelve. 

Suena tan ridículo como abrazar a la botella de vodka, 
y pedirle el deseo de que al final de los días, ella consiga obrar
 un milagro que te haga por fin estrechar los lazos que un día se aflojaron.


Pero suena tan ridículo..

3 commentaires:

  1. Pero tan necesario a veces. Las fresas están muy apetecibles.

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  2. "y como sueñas que algún día vuelve."
    A quien no le ha pasado alguna vez? :(
    Triste... pero me a gustado mucho

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